El pasado miércoles el líder chino Xi Jinping felicitó a la Conferencia Mundial de Internet (WIC) a través de un comunicado oficial. La conferencia se realizó en el Centro de Exposiciones de Wuzhen, sede del evento desde 2014. Varios ejecutivos tecnológicos estadounidenses han asistido virtualmente al evento este año, incluidos los CEO de IBM, Intel y Cisco.
Invitados, altos funcionarios gubernamentales y líderes empresariales, tecnológicos se reunieron -como cada año desde 2014- para debatir el modelo de gobernanza del ciberespacio mundial. Este año el evento se realizó en un contexto de crecientes problemas económicos, un entorno regulatorio más estricto en China y crecientes tensiones geopolíticas con Oriente y Occidente.
En el acto de apertura de la Conferencia, Xi Jinping pidió la cooperación global en el sector tecnológico. A su vez, promocionó el modelo de gobernanza del ciberespacio de China, ya que el gigante asiático enfrenta crecientes restricciones de Estados Unidos para acceder a tecnologías avanzadas.
Mientras tanto, el Sheriff del mundo continúa tomando medidas contra las conductas delictivas de Beijing. La restricción de acceso a tecnologías avanzadas en áreas como la inteligencia artificial y los chips avanzados, la nueva ola de restricciones a la exportación establecidas por Estados Unidos en los últimos meses en respuesta a los ciberataques a la seguridad nacional y las sanciones comerciales contra Huawei Technologies Co y otras compañías tecnológicas chinas, han dejado claro al gigante asiático que la seguridad del estado de derecho no es negociable.
El nuevo jefe de propaganda del partido comunista chino, Li Shulei, ahora está a cargo de hacer cumplir la ideología de Beijing en asuntos del ciberespacio. La carta de felicitación que escribió para Xi, dice “la sociedad internacional debe fortalecer las comunicaciones y las colaboraciones para hacer frente a los desafíos y oportunidades que trae la digitalización”. “Juntos, podemos construir un ciberespacio que sea más justo, abierto, seguro y enérgico”.
No hay dudas que el PCCh tiene miras de exportar su modelo al mundo. Sin embargo, describirlo como “justo, abierto, seguro y enérgico” cuando su propio ciberespacio es todo lo contrario, no hace más que invitar a inferir las verdaderas intenciones del régimen comunista.
En los hechos, el ciberespacio chino sería “justo” ¿para quién?, ¿justo para ajustar a los ciudadanos a un coto o un ghetto?¿“abierto” a qué?, ¿a la censura?; “seguro” para la seguridad personal o para el control de la seguridad estatal?, y ¿“enérgico” como sinónimo de represión o mano dura?
El discurso del portavoz del aparato de propaganda del régimen continúa diciendo “Muchas personas perspicaces se han dado cuenta de que el actual sistema global de gestión de Internet todavía sigue reglas imperfectas y un orden irrazonable”. Sigue, “Las reglas existentes de gobernanza del ciberespacio son incapaces de reflejar los deseos e intereses de la mayoría de los países”.
Es innegable que el PCCh es absolutamente consciente de las oportunidades que un ciberespacio imperfecto y con un orden irrazonable da a los intereses de dominación inescrupulosa que lo caracteriza.
En este contexto, qué significado tiene la declaración del organismo de control de Internet del Partido Comunista Chino (PCCh) al decir que la Administración del Ciberespacio de China (CAC) está destinada a exponer sistemáticamente las contribuciones de China para “construir una comunidad con un futuro compartido en el ciberespacio”. ¿Qué características puede darle al espacio compartido un régimen totalitario?
Hubo esperanzas en la comunidad tecnológica cuando el concepto “futuro compartido en el ciberespacio” fue presentado por Xi en 2015, pero hasta hoy el ciberespacio Chino permanece no solo aislado del resto del mundo, también pleno de uso de poder coercitivo y de censura para con sus propios usuarios.
No es casual que la palabra “libertad” no figure en el discurso preparado por el PCCh para su líder. La libertad de expresión no está permitida en China, en ninguna de sus versiones, incluida internet.
En el día del Periodista chino, el aparato de propaganda del régimen envió un mensaje inequívoco a los medios: que sean leales, firmes y difundan el partido y el gobierno. El medio oficial del Partido Comunista, Xinhua, pidió a sus súbditos que recordaran las instrucciones del régimen: “ser siempre los diseminadores de las ideas del partido”.
Es sabido en los medios de comunicación que todos los periodistas con licencias y editores legales están subordinados al sistema, y que la libertad de trabajo no es viable, ya que la Administración Estatal de Prensa y Publicaciones del PCCh supervisa y define la dirección de desarrollo de la industria de noticias de China.
Long Zhenyang, ex editor en jefe asistente del Hong Kong Commercial Daily, que solía trabajar para los medios estatales chinos, aseguró que en la industria de noticias china, una vez que un informe se desvía de la voluntad oficial, la supresión es la norma y que el control social es severo, “Si aún insistes en los ideales periodísticos y la ética profesional, solo serás encarcelado o sometido a todo tipo de persecución”.
Si el entorno del PCCh condiciona a las personas para que solo difundan contenidos y expresen ideas alineadas a la ideología del régimen comunista, ¿cómo considerar cierto que el ciberespacio propuesto por China permitiría la existencia de espacios que empoderen a los ciudadanos para crear, difundir y compartir información?.
Si las tecnologías creadas para alcanzar las aspiraciones de la Declaración Universal de los Derechos Humanos son usadas indebidamente por el aparato del régimen para espiar con fines militares, vigilar, acosar, hacer campañas de descrédito y otros tipos de violencia y abusos contra naciones, empresas, usuarios, periodistas y medios de comunicación, ¿cómo creer que la ciberseguridad que es parte de la gobernanza podría ser segura?
Siendo las antes mencionadas violencias prácticas que existen desde que existe el PCCh, ¿sería creíble que el régimen chino proponga al mundo un ciberespacio exento de esos delitos que perpetra a diario?
Se supone que Internet es un espacio ideal para el ejercicio de la libertad de expresión: permite informarse sobre todo aquello que es de interés y manifestar opiniones de maneras diversas.
Lamentablemente, esto resulta inconveniente para ciertas facciones del poder político, económico y geopolítico del régimen chino, por lo que se encuentran especialmente interesados no solo en restringir la libre expresión, también en manipular los medios que estén a su alcance con fines estratégicos.
Así, usarán recursos como influencia ideológica a través de contenidos propuestos, cierre de cuentas sin previo aviso, hackeo de datos personales, uso de información personal con fines militares, etc.
El derecho a expresarse sin censura previa es fundamental para el desarrollo democrático, por lo que este principio debe protegerse y fomentarse. Y por eso alguien debe estar a cargo de la ciberseguridad del espacio digital. En este momento, el país que más acciones concretas ha tomado respecto de la protección de los principios de libertad de expresión y de la seguridad digital sigue siendo EE. UU.
Los regímenes totalitarios de ninguna manera admiten la ciber libertad, por lo que, en el caso del PCCh en China, se creó un espacio digital completamente aislado del resto del mundo regido por la norma del comunismo: una restricción severa de la libertad de expresión.
Si bien el trasfondo de la represión regulatoria contra las Big Tech en China no está a la vista, tuvo su repercusión en los grandes de la industria de Internet y en su presencia en la Conferencia. A diferencia de las big chinas, los gigantes tecnológicos del mundo que tienen gran influencia sobre los consumidores de todo el planeta no se dejan regular así nomás por el gigante asiático.
Por otra parte, los ciberdelitos perpetrados por el PCCh que atentaron contra la seguridad del estado de derecho norteamericano y de otros países, y las tensiones geopolíticas que acarrearon, son aspectos que no pueden dejar de señalarse para evaluar cuál es la verdad que se esconde detrás de la propuesta china para la gobernanza del ciberespacio.
Que el régimen comunista sea considerado como una amenaza mundial es un dato central para evaluar qué lugar puede darse al poder de la China comunista en la gobernanza del ciberespacio.